miércoles, 3 de junio de 2015

APARATO REPRODUCTOR MASCULINO Y FEMENINO









SANDRA MILENA GUALTEROS BECERRA











DOCENTE
ROBERTO MARIÑO













UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA Y TECNOLÓGICA DE COLOMBIA
TICS Y AMBIENTES DEL APRENDIZAJE
UNIDAD 4

2015
APARATO REPRODUCTOR MASCULINO



En la especie humana, el hombre produce los gametos masculinos o espermatozoides.  Estas células trasmiten al nuevo ser la información genética aportada por el padre.
Las estructuras más importantes del sistema reproductor masculino son los testículos, el epidídimo, los conductos deferentes, la uretra, las vesículas seminales, la próstata y el pene.

TESTÍCULOS


Son dos órganos cuya función es la producción de espermatozoides. Se encuentran suspendidos en un saco externo formado por la piel, denominado escroto. La función del escroto es mantener a los testículos en un medio más frío que el del interior de la cavidad abdominal.  Para que los espermatozoides se produzcan normalmente se requiere de una temperatura 30°C menor que la temperatura corporal (37°C).
Funcionamiento de los testículos.


En el interior de los testículos y más exactamente en los túbulos seminíferos, se produce la hormona testosterona. Esta hormona determina las denominadas características sexuales secundarias.
Regulación hormonal. El funcionamiento de los testículos está controlado por una glándula cuyo nombre es adenohipófisis.  Esta glándula ubicada en la base del cerebro, produce dos hormonas: la hormona folículo estimulante (HFE), que regula la producción de espermatozoides y la hormona luteinizante (HL) que controla la producción de la testosterona.
La producción de espermatozoides en el hombre está regulada por la acción de hormonas, que se mantiene constante desde la pubertad hasta la edad adulta.
Epidídimo

Es el órgano conformado por un tubo enrollado cuya longitud aproximada es de 7 centímetros.  Se encuentra unido a los testículos por detrás de ellos, y su función es el almacenar temporalmente los espermatozoides producidos en los tubos seminíferos para permitirles que adquieran movilidad.
Este proceso se conoce con el nombre de capacitación, y requiere que los espermatozoides permanezcan 18 horas en el epidídimo, para completarse sólo cuando éstos ingresan al sistema reproductor  femenino, donde puede ocurrir la fecundación del óvulo.
Conductos deferentes

Éstos son la prolongación del tubo contenido en el epidídimo. Su función es almacenar los gametos masculinos y transportarlos desde el testículo hasta otra porción tubular denominada uretra.
Uretra

Es un conducto que transporta los espermatozoides desde los conductos deferentes hasta el pene, para permitir su excreción.
La uretra es también el conducto por el que se elimina la orina.
Vesículas seminales
Son dos glándulas que vierten a los conductos deferentes el semen, líquido viscoso en el que flotan los espermatozoides. El semen contiene agua y nutrientes como la fructosa, un tipo de azúcar que sirve de fuente energética para posibilitar el movimiento de los espermatozoides en su camino hacia el óvulo femenino.
Próstata
Se denomina así a una glándula que segrega sustancias específicas, las cuales, al mezclarse con el semen producido por las vesículas seminales, favorece la supervivencia de los espermatozoides una vez que ingresan al sistema reproductor femenino y ocurre la fecundación del óvulo.

Pene


El pene es el órgano copulador por el cual los espermatozoides son depositados en la vagina.  Está formado por un tejido esponjoso que al llenarse de sangre se separa del cuerpo en un proceso denominado erección. El pene erecto tiene la posibilidad reproductiva de introducir los espermatozoides del varón dentro del sistema reproductor femenino, función que se realiza durante el acto sexual o cópula.
FORMACIÓN DEL SEMEN.



EL SEMEN.

El esperma es el líquido expulsado por el hombre durante la eyaculación. Ese líquido se compone de un 10% de células reproductoras, los espermatozoides, fabricado por los testículos y el 90% es un líquido seminal que viene de las glándulas anexas, próstata y vesícula seminal.
El esperma contiene, además de los espermatozoides, tres componentes principales que le dan su color y su gusto: la carnitina, el zinc y la fructosa.
Hay unos 20 millones de espermatozoides por mililitro de esperma. Es de notar que lo importante no es la cantidad de esperma sino la cualidad. El termino cualidad se refiere a la movilidad y a la morfología de los espermatozoides.

Túbulos seminíferos del testículo:

Aquí se forman los espermatozoides durante un proceso que se llama espermatogénesis, influido por una hormona llamada testosterona y por la FSH. Al principio los espermios carecen de movilidad y conforme avanzan gracias a los movimientos peristálticos de estos túbulos, se van diferenciando y adquieren movilidad.
Epidídimo:


Aquí los espermatozoides son retenidos durante mucho tiempo, incluso semanas, recorriendo su trayecto largo y tortuoso lentamente e impulsados por las contracciones peristálticas del músculo liso de la pared de este conducto. En el epidídimo los espermatozoides aumentan su capacidad fertilizante y es el lugar principal de almacenamiento de los gametos masculinos.

Conductos deferentes:

Estos conductos apenas contienen espermatozoides. Su función, con su gruesa capa muscular, es la de transportar rápidamente el semen durante el coito, hacia la uretra.

Vesículas seminales:

Producen una densa secreción que contribuye de manera muy importante al volumen del eyaculado, que oscila entre el 46% al 80%, siendo la última parte del semen en salir en una eyaculación.
Esta secreción es rica en fructosa, que es el azúcar principal del semen y proporciona los hidratos de carbono utilizados como fuente de energía de los espermatozoides móviles. También contiene pequeñas cantidades de un pigmento amarillo, flavinas en su mayor parte, que aportan al semen una fuerte fluorescencia a la luz ultravioleta, que tiene mucho interés en medicina legal para la detección de manchas de semen en una violación.

Próstata:

Aporta la segunda parte del contenido del semen en una cantidad abundante que oscila entre el 13% y el 33% del volumen total del eyaculado. El líquido prostático es rico en enzimas fosfatasas y en ácido cítrico. La próstata produce el fosfato de espermina, un compuesto poli amínico presente en cantidad abundante en el semen humano. Esta sustancia forma los cristales de Böttcher que se forman cuando el semen se enfría y comienza a secarse.




Uretra bulbar:

Contiene las glándulas de Cowper y Littré que también secretan un líquido lubricante al semen, poco abundante pero rico en mucoproteínas, siendo la primera parte del eyaculado. Facilitan la lubricación de la uretra que recorre el pene para el paso del semen a gran velocidad hacia el exterior, gracias a la contracción de los músculos bulbo uretral.

Cuando se realiza una prostatectomía radical en caso de un cáncer de próstata, se extirpa la próstata, las vesículas seminales y se ligan los conductos deferentes. El semen producido en las gónadas masculinas se acumula en el epidídimo y conductos deferentes, reabsorbiéndose allí mismo. En estos casos, en caso de coito, no existe eyaculación, lo que se llama orgasmo seco.